Apóstoles, ángeles, marías, judíos y demás cantores de La Festa d'Elx hicieron vibrar y emocionaron a la multitud de personas que, abanico en mano, asistieron a la última de las representaciones del Misteri que tuvo lugar el día 15 de agosto en Santa María. La escenificación del segundo acto del drama asuncionista resultó espectacular, con la única anécdota de un pequeño mareo sufrido por uno de los miembros de la judiada cuando ya había intervenido, y puso un broche de oro -como el del característico oropel-, a las fiestas en honor a la Patrona de Elche, que ayer celebró su día grande con la coronación y asunción a los cielos, momento que se representó precisamente en Santa María con La Festa.

El drama asuncionista, que el día 15 representaba el entierro y la ascensión a los cielos de la Virgen, volvió a cautivar a los asistentes, principalmente ilicitanos, que un año más acudieron a la basílica de Santa María a cumplir con la tradición de asistir la escenificación de La Festa, pero también algunos visitantes. Así, la emoción que se hacía patente en el rostro de los ciudadanos locales, que sabían de sobra cómo transcurría cada momento de la representación, se mezclaba con expectación con la que presenciaban el acto los que, llegados de fuera, lo veían por primera vez.

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